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Para abrir el petito Primera parte Eduardo Martínez Benavente Mayo 18, 2008.
Las nuevas reglas para elegir a los candidatos del Partido Acción Nacional a ocupar cargos de elección popular despertarán las ambiciones de muchos panistas y no panistas, que con las normas que los regían hasta antes de la XVI Asamblea Nacional Extraordinaria, celebrada el pasado 26 de abril, se abstenían de participar porque tenían muy pocas o ninguna posibilidad de ganar una elección interna en ese partido. A más de uno, que no lo tenía considerado, se le va a antojar ahora entrar a la competencia. Era tal la cerrazón de sus estatutos, que sólo unos cuantos –los miembros activos– tenían derecho a votar a favor de alguna de las propuestas que se registraban, dejando afuera a los adherentes y simpatizantes que eran la mayoría. Los miembros activos de Acción Nacional eran por lo general grupos de electores comprometidos desde mucho tiempo antes con alguno de los precandidatos; personas a las que se les había ofrecido algún trabajo, algún apoyo económico; amigos y parientes de los contendientes; y así veíamos que con 2 o 3 mil votos resultaba electo el que los iba a representar como candidato a la gubernatura del Estado; con menos de 400 votos elegían a sus abanderados a las presidencias municipales. El que contaba con 200 o 300 votos tenía amarrada la diputación de su distrito; así fue uno de los muchos casos, en el que en el año 2000, con una lista nominal de 800 electores, votaron 221, y el candidato a una diputación federal resultó electo con 121 votos. Está también el ejemplo del delegado de La Pila, Pedro Pablo Cepeda, que ha sabido usufructuar su fama de que controla más de 200 votos de miembros activos de su partido. Pero ahora, a partir de los acuerdos tomados en su reciente Asamblea Nacional, desaparecen muchas de esas prácticas, y así vemos que queda reglamentada la apertura de las candidaturas del PAN a ciudadanos que no militan en ese partido. Se aprobó también la posibilidad de que sus miembros adherentes puedan participar en la elección de candidatos a la presidencia de la República, gobernadores y senadores plurinominales, si la Comisión Nacional de Elecciones –también de reciente creación– así lo decide, pues hasta la última elección, este derecho estaba reservado a sus militantes activos. Sin embargo, la elección para presidentes municipales y diputados plurinominales, tanto locales como federales, se mantendrá cerrada sólo para los miembros activos del partido. Los requisitos para pasar de miembro adherente a activo se flexibilizaron pues ya no será necesario permanecer 6 meses en ese estatus, bastará haber acreditado un proceso de evaluación para ascender de grado. Uno de los delegados potosinos que asistió a la Asamblea Nacional nos asegura que Alejandro Zapata, Héctor Mendizábal y Juan Pablo Escobar, entre otros, estaban verdaderamente preocupados porque el 90 por ciento de los asistentes votó a favor de la propuesta de incluir a los miembros adherentes a los procesos de selección de sus candidatos. Eugenio Govea y Francisco Javier Salazar votaron a favor porque creen que sus aspiraciones se verán favorecidas con un mayor número de participantes. Se calcula que de esta manera el padrón panista de San Luis Potusí se incrementó de 10 mil a más de 60 mil miembros activos y adherentes con derecho a voto en las elecciones arriba señaladas, más los que se afilien de aquí a la fecha en que se cierre el registro, que deberá ser con una anticipación de 6 meses a la elección de que se trate, que en el caso de gobernador durará 60 días, entre el 1 de octubre de 2008 y el 31 de enero de 2009, por lo que se debería de fijar desde ahora la fecha de su elección interna para conocer si el registro de nuevos miembros sigue abierto o ya se cerró Se aprobó también que la votación ya no se celebrará en una convención estatal, sino en centros de votación distribuidos en todo el territorio potosino. En la capital del Estado, el número de panistas que se ha registrado aumentó de 1,200 a más de 9,000. De esta manera los aspirantes a precandidatos del PAN a la presidencia municipal de la capital, entre los que podemos mencionar a Beatriz Eugenia García Reyes, Octavio Pedroza, Carlos Rebolledo, Luis Manuel Calzada Macías, Vicente Toledo Álvarez, así como a los delegado Pedro Pablo Cepeda y Eduardo Castañón Moreno, entre otros, verán considerablemente reducidas sus posibilidades para acceder a esta posición, pues el número de sus seguidores, con el incremento de nuevos electores, no les da para asegurar su triunfo. No nos extrañaría que bajo estas condiciones, el ex presidente, consejal de triste memoria, Jacobo Payan, o Francisco Javier Salazar Diez de Sollano, en dos ocasiones diputado federal y presidente de la Comisión Reguladora de Energía, se les antoje participar y desplacen con toda facilidad a los otros panistas que consideraban hasta hace muy poco que nadie ajeno a ese grupo tenía la más mínima oportunidad de ganar una elección interna en su partido.
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