Remiendos y mentiras
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Con corte al 19 de abril, a 201 días de que el ex rector Mario García Valdez asumió la presidencia municipal, el Ayuntamiento de San Luis Potosí ha publicado 823 boletines de prensa presumiendo obras y acciones inexistentes, o exagerando la utilidad, valor y características de otras, en los que aparece, en 258, la fotografía de la inconfundible humanidad del alcalde que Horacio Sánchez Unzueta y Fernando Toranzo Fernández pretenden convertir en el candidato del PRI a la gubernatura del estado; el primero para prolongar su largo cacicazgo, y el segundo, para acomodar a un heredero que le garantice impunidad absoluta, como lo está haciendo con su antecesora, la priista Victoria Labastida. Los otros aspirantes del PRI a ese cargo son tan mediocres, sus perfiles tan pobres e insignificantes que es muy probable que la decisión final la tome el propio presidente, sin consultar a los potosinos, como en los viejos tiempos, y el nombramiento recaiga en alguno de sus amigos empresarios que poco o nada tienen que ver con la política del estado.
Por el lado del PRD y de los otros partidos de izquierda, no hay nadie que, ni remotamente, tenga el tamaño para competir por este cargo. Por el PAN, está Octavio Pedroza que podría convertirse en un candidato común ahora que se han puesto de moda las alianzas entre estos partidos, y más por que cuenta con antecedentes navistas, porque no tiene agravios ni deudas con los dirigentes y miembros de esos partidos, porque es ampliamente conocido y por su reciente triunfo electoral como senador de la República; aunque todo indica que no hay condiciones para que Acción Nacional pueda recuperar la gubernatura del estado.
La precampaña electoral por la gubernatura está desatada. En el PRI desde una posición que podría resultar ventajosamente privilegiada como es la alcaldía capitalina, si no fuera por el lastre de pasivos y obligaciones que la sumen, pero que sus operadores políticos pretenden contrarrestar con una intensa campaña de mentiras y publicidad amañada que van desde las quejas y lamentaciones por las condiciones en las que se recibió la hacienda pública, pasando por las obras y acciones inexistentes hasta llegar a las promesas de que se hará justicia y se castigará a los responsables de los ilícitos cometidos en el trienio anterior. Su intención es construir una imagen exitosa y próspera de la gestión de su candidato, cuando a todos nos consta que no hay obra pública ni acciones de relevancia que se puedan exhibir; que los servicios públicos son malos o deficientes y que los ciudadanos sólo ven los parches y remiendos con que se cubren los baches de algunas vialidades de la ciudad.
En el empeño por darlo a conocer por toda la entidad, sus operadores no han cuidado las formas y sin ningún escrúpulo se lo han llevado a la ceremonia de inauguración de la Feria de Valles, que nada tiene que hacer, en la que estuvo presente en el estrado principal junto al gobernador y otras autoridades locales. También asistió como invitado de honor a la sesión solemne que celebró el Congreso del Estado en Salinas de Hidalgo con motivo del aniversario de la instauración del primer congreso constituyente, y esta semana asistió como invitado de honor a un evento que organizó el Ayuntamiento de Matehuala.
Mario García Valdez está utilizando los espacios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí para promover su proyecto político, y eso no se vale. A principios de noviembre recibió de esta institución dos reconocimientos “por su brillante trayectoria universitaria como maestro y como rector…”, que públicamente aceptó, presumiendo sus promotores que el primer diploma sólo lo han recibido dos juristas, cuando cualquier universitario sabe que se le podrían reconocer algunos méritos como administrador de esa casa de estudios, pero nunca como uno de los tres mejores catedráticos que hayan pasado por la Facultad de Derecho.
En el asunto de la demanda que presentó Victoria Labastida en contra de Teléfonos de México da la impresión de que el alcalde le va a la empresa y se le olvida -o finge ignorar- que los impuestos no son materia de negociación como lo ha anunciado. Es inaceptable que después de quince días no conozca el contenido de la sentencia que pronunció la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando el Ayuntamiento que él preside es la demandante. En este pleito habría que reconocer el mérito de la administración anterior, pues si finalmente procede el pago de los impuestos que se reclaman, el Ayuntamiento se haría de un importante ingreso que no se tiene considerado en el presupuesto de este año, independientemente de que se crearía un precedente para que los más de 2,500 municipios que existen en el país y en los que esta empresa tiene presencia, cobren las contribuciones que el Poder Judicial ha resuelto que son procedentes.
En un boletín fechado el 4 de diciembre se anunció un proyecto relacionado con Telmex para convertir a San Luis en una Ciudad Digital, con una biblioteca virtual y cinco nuevos sitios públicos localizados en el parque Tangamanga II, Plaza de Armas y jardines de Santiago y San Juan de Dios, desde los que cualquier usuario de esta empresa podría conectarse gratuitamente con Internet. El anuncio suena fabuloso siempre y cuando al municipio le sobraran 120 millones de pesos que se requieren para esta inversión que serviría también para realizar a través de este medio todos los trámites y solicitudes que actualmente se hacen en las oficinas de manera personal.
Otro asunto que exhibe las exageraciones y mentiras del gobierno de García Valdez es el boletín que difundió el 27 de febrero su área de comunicación social, y que al día siguiente reprodujeron los medios de comunicación, en el sentido de que tres empresas japonesas están interesadas en instalarse en San Luis, exactamente en el parque industrial de Ciudad Satélite, “como resultado de las acciones que promueve el Alcalde Mario García Valdez y el gobernador Fernando Toranzo…”, cuando el mérito de estas operaciones, si es que se concretan, corresponde a la Secretaría de Desarrollo Económico, pues el municipio sólo participa en la reducción de algunas contribuciones a que tienen derecho todas las empresas que inviertan en la entidad.