Todo tiene un precio
SEGUNDA PARTE
Por Eduardo Martínez Benavente
La envidiable ubicación geográfica de la capital del estado, sus vías de comunicación, la funcionalidad de sus servicios, su clima benigno, la estabilidad de sus instituciones, sus sindicatos protectores de los intereses patronales, así como la mano de obra barata, dócil y eficiente de los obreros y empleados potosinos deberían ser incentivos más que suficientes para atraer capitales, o por lo menos para atenuar las pretensiones desmedidas de la inversión extranjera. Los estímulos y subsidios a que se comprometió el gobierno de Fernando Toranzo para la instalación de la BMW en Villa de Reyes rebasan con mucho nuestra capacidad económica y no corresponden a los posibles beneficios que la entidad puede recibir de los alemanes. Es cierto que todo tiene un precio, pero en este caso el costo beneficio es inaceptable, ilegal e injusto; y el que suceda a Toranzo se verá obligado a renegociar o cancelar el convenio, si es que para entonces los europeos no han abandonado el proyecto.
La irresponsabilidad del gobernador del estado al crear pasivos por más de 3 mil millones de pesos sin partida presupuestal completa y con una disponibilidad financiera que apenas alcanza los 750 millones de pesos, producto de un crédito bancario en el que se señaló como fuente de pago una parte de los ingresos del Impuesto sobre la Nómina, debe ser uno de los principales asuntos por debatir con motivo de las campañas electorales que se avecinan; por lo que resulta inaceptable que el convenio sólo lo pueda conocer el candidato que se alce con la victoria, quien -de conformidad con la cláusula trigésima cuarta- recibirá un reporte de las obligaciones pendientes a cumplir dentro de los 45 días naturales anteriores a la fecha en que tome posesión de su cargo. El secretario de Finanzas, Jesús Conde Mejía, violó el artículo 53 de la Constitución del Estado porque en el último informe financiero trimestral que presentó el pasado 15 de enero no reportó la situación real que guarda la hacienda pública al omitir los pasivos contraídos con la empresa. El Congreso del Estado debe sancionarlo.
La BMW engaña a los potosinos al lanzar una convocatoria en su página electrónica invitando a los interesados a laborar en la empresa a que aporten sus datos personales cuando faltan 5 años para el inicio de operaciones y, esto, siempre y cuando el gobierno cumpla con todos los requisitos a que se obligó. La armadora podría arrancar en esa fecha abriendo una sección de la planta que sólo ocupara a una tercera parte de los 1,500 trabajadores a que se comprometió contratar, pues de conformidad con la cláusula vigésima del convenio, la contratación total del personal vence en el 2024, una vez que las instalaciones se encuentren completamente terminadas y en plena operación; sin embargo, en la cláusula décima novena los compromisos alemanes se aplazan injustificadamente hasta el 2029. Que bien les queda a los alemanes la máxima de su compatriota Friedrich Nietzsche, cuando sentencia que «Sin el autoengaño no nos levantaríamos de la cama».
Una de las pocas cláusulas del convenio que podrían parecer contrarias a los intereses de los europeos es la que acepta compensar al Estado con una multa de 50 mil dólares por cada uno de los 1,500 empleos que no se crean. Cuando el compromiso debería ser la ocupación de por lo menos 1,500 trabajadores de manera fija y permanente, porque crear plazas para después desparecerlas puede ser una estrategia tramposa y fácil de alcanzar para cumplir con la obligación. Los alemanes están creando falsas expectativas entre las decenas de miles de jóvenes que aspiran a un empleo que creen que será bien remunerado, de tal manera que hasta hace unas dos semanas iban 29 mil personas interesadas en ocupar un puesto. En su publicidad no señalan el monto de las remuneraciones que se obligan a pagar ni las prestaciones que ofrecen. Es muy probable que los inversionistas, ante la falta de solidez del proyecto, estén colaborando políticamente con el gobierno de Toranzo para justificar con esta invitación la colocación de la primera piedra del edificio que le daría puntos a los candidatos de su partido, dando a entender que la apertura de la BMW es algo inminente y seguro. Creo que ninguna empresa confiable y seria iniciaría operaciones para contratar a sus trabajadores con tanto tiempo de anticipación e incertidumbre, si no se tratara de un embuste.
A los directivos de la empresa no les preocupan las críticas que se han originado con motivo de la revelación del convenio que suscribieron porque su inversión se inicia una vez que el gobierno del estado esté bien metido en gastos y haya erogado más del 50% de lo ofrecido. Mientras tanto no corren riesgos. Los compromisos acordados por el gobierno potosino con la automotriz alemana deben conocerlos los potosinos para juzgar la irresponsabilidad de sus gobernantes. Los incentivos impactarán gravemente en las finanzas públicas de ésta y de las siguientes administraciones de tal manera que obligarán a cancelar o reducir una serie de gastos e inversiones ineludibles para el buen funcionamiento de la administración pública. Por lo pronto, se anuncia que ya no habrá recursos para apoyar la instalación de otras empresas y menos para regenerar la zona industrial de la capital, que es la principal demanda de los empresarios de esa zona. Los negociadores potosinos aceptaron cuanto requisito y capricho les exigieron y que de una lectura cuidadosa del convenio podemos señalar los siguientes: son a cargo del gobierno del estado los gastos que origine la preparación, levantamiento y nivelación de las 300 hectáreas sobre las que se asentará la empresa y que según la cláusula octava del convenio están calculados en más de 972 millones de pesos. La obra la podrá realizar directamente el gobierno o adjudicarla a un tercero mediante una licitación nacional. Sin embargo, esta cantidad sólo es un estimado, pues el gobierno del estado se obliga a aportar los recursos que se requieran, sin precisar de dónde se pueden tomar.