Después no vale quejarse
A la memoria del notario Alfonso Leal Varela, hombre íntegro
Por Eduardo Martínez Benavente
En un arranque de desahogo o sinceridad, el presidente municipal Mario García Valdez reconoció el pasado 3 de marzo, ante un grupo de empresarios con los que se reunió, que «literalmente el Ayuntamiento está quebrado» y que la alcaldía deberá pagar cuando menos 580 millones de pesos antes de que concluya el trienio. En el audio que ha sido ampliamente difundido advirtió que por falta de dinero no se realizarán más obras que las que corran a cargo de la federación y que las finanzas del gobierno del estado están en iguales condiciones que las suyas.
El candidato que resulte electo como presidente municipal queda advertido que recibirá un municipio en bancarrota y que su principal preocupación será la de administrar las penurias y pasivos que le dejen, por lo que cualquier queja con la que pretenda justificar su inoperancia y fracaso será inútil e inaceptable. El próximo alcalde debe saber que los proveedores ya no le surten al municipio a menos que pague por adelantado. Que los acreedores lo abruman todos los días exigiendo sus pagos. Debe saber que ya no es sujeto de crédito para contraer nuevos empréstitos. Debe saber que enfrentará una situación de desastre, y si no lo sabe es mejor que analice la dimensión y gravedad del problema para que más adelante no se lleve la sorpresa de su vida. También debe entender que ni la federación ni el gobierno del estado, ni nadie saldrá en su ayuda, y que su paso por el ayuntamiento será su tumba política y el causante de su desprestigio y rechazo social. Pero si alguno tiene la menor duda de que esto pueda ocurrir, le recomiendo que le pregunte al actual alcalde, a Victoria Labastida y al ex panista Jorge Lozano cómo les ha ido. Sólo un irresponsable, un soñador, un masoquista o un corrupto que quiera sacar provecho de las miserias que se administran podría aspirar a un cargo de tal naturaleza en estas condiciones.
Que útil sería para la credibilidad del proceso electoral y para que los electores contaran con elementos de peso para elegir a la mejor opción que los candidatos debatieran sobre la situación real del municipio analizando sus informes financieros y la enorme lista de pendientes y obligaciones que tienen encima, así como las limitaciones presupuestales a las que el alcalde tendrá que enfrentarse, en lugar de hacer falsas y rutinarias promesas de campaña. Que propusieran una solución justa a la ocupación de las plazas y vías públicas del centro histórico de la capital por parte del comercio informal. Alguien que nos informara cómo va el litigio en contra de Telmex y las posibilidades de recuperar el crédito fiscal por más de 100 millones de pesos a que fue condenada la empresa. ¿Cómo es posible que no hayan hecho efectivo el pago después de 3 años de que se pronunció la Suprema Corte de Justicia de la Nación dándole la razón al municipio?
Necesitamos un alcalde que le cobre a Aguas del Poniente, propiedad de Carlos Gerardo López Medina, los adeudos millonarios que le debe al municipio como contraprestación por la concesión del servicio de agua potable que usufructúa desde la administración de Jorge Lozano en una amplia zona del poniente de la ciudad. El 14% de lo que ha recibido le corresponde al municipio de la capital. ¿Cómo es posible que nadie lo haya tocado?
Necesitamos un presidente municipal que nos explique la situación jurídica que guardan los litigios derivados de las obras públicas inconclusas o mal terminadas, así como los pleitos en los que los constructores reclaman diferencias que no les han sido pagadas por sobreprecios, tardanzas o modificaciones de los trabajos que les encomendaron.
Necesitamos un presidente municipal con credibilidad y autoridad que ponga en orden tanta anarquía y nos informe si los fraccionadores del Gran Peñón cumplieron con todos los requisitos que señalan la leyes de la materia y si es legal que el excedente de la superficie de la amplia avenida proyectada sobre ese desarrollo inmobiliario se puede tomar como área de donación. Que nos diga si el Ayuntamiento sigue obligado a pagar el costo de la urbanización de la prolongación de la avenida Chapultepec hasta al pie del condominio Monterra, como se estableció en el contrato que celebró con esa empresa cuando se le adjudicó el inmueble en un remate abusivo e ilegal.
Los candidatos deberían revisar el contrato para el servicio de cambio y mantenimiento de las más de 47 mil luminarias de la ciudad que en una licitación amañada se le adjudicó a Panavi, único participante sobre el que recaen duras críticas por la calidad de sus productos (notas: A, B, C, D y E). La empresa se obligó a instalarlas antes del 10 de julio. Se trata de un convenio en el que sólo se destacan las bondades de la operación como es el ahorro de hasta un 50% de la factura que paga el Ayuntamiento a la Comisión Federal de Electricidad. Es un compromiso que supera los más de 1,300 millones de pesos que se cubrirán durante los próximos 15 años, en el que el municipio aceptó pagar a Panavi la totalidad del saldo insoluto si por cualquier causa incumple el contrato.
Ahora es la oportunidad para revisar si Industrial Minera México cumplió con el pago del impuesto por el cambio de uso de suelo de industrial a habitacional y comercial, y si cedió el 15% de la superficie vendible a que tiene derecho el municipio. No pueden autorizarle la construcción de ninguna obra si antes no acredita que cumplió con todas las normas ambientales para el saneamiento y recuperación del vasto terreno contaminado sobre el que se asentaba la vieja planta de cobre de la Asarco.
No me cabe la menor duda que en el proceso de entrega recepción le ocultarán o minimizarán al receptor algunos pasivos y compromisos que después irá descubriendo o dimensionando. El próximo presidente municipal debe saber que la única manera de salir de la crisis es cobrando a los principales deudores del impuesto predial los cientos de millones de pesos que adeudan, y reclamando o negociando las áreas de donación que le han escatimado los constructores y fraccionadores a los que se les han autorizado lucrativos negocios inmobiliarios; aunque, para nuestra desgracia, creo que ninguno de los candidatos viables a la presidencia municipal tiene el valor y coraje suficientes para enfrentarse con todo en contra de estos evasores.