Los de atrás pagan
Por Eduardo Martínez Benavente
Con una amplia mayoría de diputados sumisos e ignorantes como los que nos representan, el gobernador Juan Manuel Carreras no tendrá ninguna dificultad para sacar adelante el próximo jueves la reestructuración que solicita de un poco más de 3 mil 685 millones de pesos, que corresponden a una parte de la deuda pública directa. Es más, se quedó corto y desaprovechó la oportunidad para que en la misma iniciativa le aprobaran nuevos empréstitos que tanta falta le hacen para cumplir con algunos de los compromisos contraídos durante su campaña, y que también le habrían autorizado sin reparos ni recelos. Así de fácil es gobernar un estado cuando no existe una real oposición que lo modere y, más cuando al Titular del Poder Ejecutivo no le importe seguir transmitiendo a las siguientes generaciones los pasivos heredados de sus antecesores. Así la deuda que debía estar pagada en el 2029, extiende su fecha vencimiento hasta el año 2035.
La comparecencia de José Luis Ugalde Montes ante los diputados, con motivo de la inútil Glosa del VI Informe de Gobierno de Fernando Toranzo, del que no formó parte, fue como un día de campo para el secretario de Finanzas, pues con su actitud socarrona y arrogante presentó sin cuestionamientos la irresponsable propuesta para reestructurar la deuda pública gubernamental, y de pasada les presentó un optimista panorama financiero del estado y las propuestas para disminuir el déficit presupuestal. Los diputados aceptaron mansamente sus explicaciones y hasta el supuesto malentendido con el que quiso justificar la abrupta respuesta que les dirigió hace unos días cuando rechazó los incrementos presupuestales que pretendían: «No vamos a atender ocurrencias o caprichos». Reconoció en su comparecencia que finalmente le corresponde a los diputados autorizar el presupuesto, pero no «en base (sic) a análisis específicos y revisión de aspectos técnicos», como manifestó el ex legislador; si no que en todo caso debería ser con base o fundamento en la racionalidad y austeridad del gasto público, programas de gobierno y considerando la disponibilidad de los recursos con que se cuente. No podemos negar la experiencia y conocimientos en la materia del nuevo responsable del manejo de los dineros públicos, quien dentro de sus ambiciones políticas, no dudo que pretenda desde ahora y desde esa incómoda posición suceder a su jefe en el 2021, pues no identifico a ningún otro miembro de su gabinete, ni entre los diputados y senadores priistas, alguien que cubra el perfil que se requiere para el caso.
Nunca nos imaginamos que los pasivos gubernamentales ascendieran a más de 22 mil 500 millones de pesos, 6 mil 266 millones más de los que Toranzo heredó de su odiado antecesor. Pero más grave aún es el tamaño de la nómina que alcanzó los 6 mil 939 millones de pesos anuales. Lo que representa un crecimiento del 55% con respecto a la que dejó Marcelo de los Santos. Y así nos hicieron creer que las finanzas públicas estaban sanas y las deudas y gasto corriente bajo control. Nos engañaron. Ninguno de los diputados se atrevió a preguntarle al compareciente si no le preocupaba el resto de la pesada carga financiera que recientemente reveló y cómo le haría frente el gobierno de Carreras para pagarla. Nadie cuestionó los compromisos inmediatos adquiridos por el gobierno del estado para la instalación de la BMW que rebasan los 3 mil millones de pesos, de acuerdo a la siguiente relación de gastos tomada del referido convenio:
Ninguno lo acusó de haber mentido cuando en el informe que dio a conocer los pasivos gubernamentales reportó un adeudo menor a los mil millones de pesos por estos conceptos a cargo de la Secretaría de Desarrollo Económico. No me extrañaría que en pocos meses tenga que recurrir al endeudamiento de corto plazo para cubrir con estas obligaciones y compensar el déficit presupuestal que resulte, a menos que haya pactado secretamente con el gobierno federal -para no alborotar a los otros estados- que la federación se hará cargo del pago de estos compromisos. No exhibió una gráfica en la que detallara los pagos mensuales de capital e intereses y los supuestos ahorros que argumenta. El contador estaba obligado a presentar una propuesta completa en la que diera a conocer el nombre del banco que ofrece las mejores condiciones, cuáles son éstas y el monto de las comisiones que cobraría por la restructuración del crédito. Hubiera sido muy ilustrativo que Ugalde explicara qué es lo que le hace creer al gobernador del estado que los compromisos son «manejables». Acaso porque en los informes de la cuenta pública estatal del 2013 y 2014, aparece que el gobierno de Toranzo pagó por este concepto menos del 1% del presupuesto anual ejercido; y aún así, el objetivo del gobierno de Carreras es reducir al máximo el servicio de la deuda pública. También hubiera sido muy conveniente que les explicara la razón por la que Carreras no se esperó a que el contralor general y la ASE dictaminaran la cuenta pública del médico, antes de que lo exonerara de toda culpa.